La litiasis urinaria o cálculos en los riñones, también denominada urolitiasis o nefrolitiasis es una enfermedad causada por la presencia de litiasis o piedras en el interior de los riñones o de las vías urinarias (uréteres, vejiga). Los cálculos renales se componen de diferentes sustancias, siendo los de Oxalato cálcico y Ácido Úrico los más frecuentes ( 90%).
Se dice que hay litiasis urinaria o cálculos en los riñones cuando la enfermedad es causada por la presencia de estos en el interior de los riñones o en los uréteres. Esta patología afecta frecuentemente a más del 10% de la población, en edad media de la vida y es más frecuente que se presente en hombres; suele presentarse en personas con hábitos sedentarios o en personas con gran exposición al calor.
La alta frecuencia de la enfermedad litiásica (prevalencia del 4,5% con un 40-60% de recidivas), el manifestarse habitualmente como crisis agudas de dolor “difícilmente olvidables” y el impacto de los cálculos en la función renal; convierten a esta entidad urológica, en una de las más importantes dentro de nuestra especialidad, generando un número elevado de consultas médicas e ingresos hospitalarios.
El dolor típico en la fosa renal y en el flanco del lado afecto con irradiación a los genitales es la presentación clínica más frecuente. El dolor se origina por el aumento de la presión y la consiguiente dilatación del riñón y del sistema colector. Suele comenzar en forma súbita, alcanzar a los 30 minutos su máxima intensidad y luego permanece constante, con algunos intervalos de intensificación dolorosa.
La hematuria, la polaquiuria, las náuseas y el vómito son otras manifestaciones del paso de los cálculos. Algunas veces pueden asociarse síntomas de infección; en otras, el paciente puede tener poco dolor o permanecer asintomático.
Diagnóstico
Es necesario saber la situación y tamaño de los cálculos, su composición y la posible existencia de enfermedades que se asocien a su formación.
La situación y el tamaño del cálculo se valora mediante:
- Radiografías simples. Permite distinguir la presencia de cálculos radiopacos situados en la vía urinaria.
- Urografías con contraste. Prueba radiológica que permite localizar con precisión la situación del cálculo y su repercusión en la vía urinaria.
- Ecografías. Es el examen no invasivo más utilizado en la actualidad, pues permite confirmar o descartar la obstrucción producida por los cálculos y localizarlos en la mayoría de los casos.
- El UroTAC, sobre todo con los nuevos aparatos multicorte permiten una localización precisa de la litiasis.
Tratamiento
El objetivo primordial del tratamiento es aliviar el dolor, facilitar la expulsión del cálculo e inhibir la formación de nuevos cálculos. El alivio del dolor puede lograrse con antiespasmódicos, opiáceos, meperidina o morfina que tienen excelente acción analgésica. En la mitad de los casos el cálculo se expulsa antes de 15 días, y en la mayoría antes de los 2 meses.
Cuando un cálculo renal o ureteral se considera que no va a ser expulsado espontáneamente se debe adoptar una estrategia terapéutica intentando solucionar el problema con la menor agresividad posible.
Litotricia Extracorpórea con ondas de choque:
Mediante esta se fragmentan o rompen los cálculos en pequeñas partes que se pueden expulsar más fácilmente. Tiene una eficacia del 90%, el paciente debe ser valorado por anestesia puesto que para este procedimiento se utiliza una sedación suave.
Ureterolitotomia endoscópica:
Es una cirugía ambulatoria para la extracción de cálculos ubicados en el uréter con un sistema de fragmentación intracorporeo. Es un procedimiento eficaz, se realiza bajo sedación general.
Litotricia Intracorporea con láser holmium:
Es una cirugía mínimamente invasiva.
Nefrolitotomía percutánea:
Es un procedimiento quirúrgico bajo anestesia general, con uno o dos días de hospitalización, en esta se fragmenta el cálculo en el sitio donde se aloja. Esta cirugía está indicada en casos de cálculos complejos en el riñón con un diámetro mayor a 3cm.